martes, 29 de mayo de 2018

Valoración personal de la asignatura

       Y después de un cuatrimestre lleno de charlas, clases, proyectos y excursiones, la asignatura ha llegado a su fin, y con ella esta última entrada al blog, del que hablaré en primer lugar. Además de conocer este útil recurso para mi profesión, a través del blog he podido expresar mis opiniones sobre los experimentos y charlas realizados en clase, esto me ha resultado interesante aunque si me habría gustado que aparte de esto, hubiésemos hecho más debates en el aula sobre estos temas, para que se quedaran nuestras opiniones simplemente en un blog y no conociéramos la opinión del resto de compañeras y compañeros. 

       Respecto a la parte de las charlas, creo que han sido enriquecedoras, resalto la de GAIA y la de Juan Carlos Victoria, la primera por las experiencias personales que me hicieron emocionarme pensando que hay personas maravillosas como él que cuidan a niños y niñas en situaciones desesperadas como si fueran sus hijos hasta que esos niños y niñas puedan volver con su familia. Y la segunda por conocer cómo la publicidad nos engaña constantemente y que tenemos que exigir más nuestros derechos como consumidores. 

      Por otra parte, los contenidos de la asignatura me han resultada muy amenos y de gran utilidad con nuestra profesión, sobre todo la parte de higiene, no sólo por darme cuenta de la importancia de transmitir a los más pequeños esos conocimientos, sino por cambiar hábitos de mi día a día. 
Así mismo, la experiencia de ir al CETRA también me hizo ser más consciente de los residuos que generamos día a día y de la importancia de reciclar. 

      En conclusión, creo algo está bien organizado y hecho cuando te hace reflexionar sobre distintos aspectos de tu vida y te provoca que también quieras transmitirlos a la gente que te rodea, por todo eso, me ha gustado mucho crecer junto a esta asignatura y junto a la ilusión y motivación de la profesora. 

lunes, 14 de mayo de 2018

PRÁCTICA 10 Visita CETRA. Valoración personal

       En esta nueva práctica hablaré sobre la excursión que hicimos el día 5 de mayo al Centro de Tratamientos de Residuos de Alicante. 

       Antes de comentar qué me pareció la experiencia me gustaría resaltar que las expectativas que tenía eran bastante distintas, pues pensaba que simplemente vería basura y que eso no repercutiría en nada de mi vida. Pues la realidad es otra, pero eso lo explicaré más adelante. 


      Explicando un poco en que consiste este centro, destaco que esta instalación se dedica a gestionar los residuos sólidos urbanos de Alicante, aquellos que depositamos en los contenedores "grises". En estos contenedores debemos depositar polvo de aspiradora o de barrer, compresas, pañales, colillas, desechos de animales y bolígrafos, entre otros. 


      El problema de esta planta de reciclaje es que no sólo llegan estos residuos... pude ver cartones, botellas de plástico, restos de comida , un tablón de madera atrapado en la cinta que transportaba la basura y latas de aluminio. Además, nos comentaron que hasta bombonas de butano llegan a las instalaciones. 


     
 La visita se dividió en varias partes, primero vimos vídeos que habían realizado con Arkano para concienciar sobre la importancia de reciclar y varios proyectos en colegios. Después pudimos disfrutar de Cristina, contando tres cuentos para que viéramos la labor que realiza con los niños para enseñarles de una forma divertida a saber dónde va cada residuo. A continuación, vimos una maqueta de la planta de reciclaje y después fuimos a verla directamente. 

     
 Mi primera impresión al ver tanta basura fue de asombro, porque siempre he sabido que existían esas máquinas, pero verla en directo y comprobar que los residuos que transportaban las cintas eran cosas cotidianas, me hizo darme cuenta de que en realidad no era consciente de dónde iba la basura de mi casa. Poder observar los montones de basura me hizo pensar en la multitud de gente que o por pereza o desconocimiento no separa los productos, por ejemplo, el plástico era lo que más resaltaba, y no debía de estar allí, para eso se han inventado otros contenedores. 



     A modo de conclusión, la visita si ha cambiado mi forma de pensar en muchos aspectos, sobre todo en intentar producir menos residuos en acciones cotidianas, que se han ido perdiendo poco a poco, tan sencillas como ir a comprar con bolsas de tela o usar recipientes de cristal en vez de reutilizar envases de plástico, más perjudiciales para la salud. Además, me impresionó que hubiera montañas de basura, mejor dicho, montañas con nuestra basura. Sin duda, intentaré cambiar muchos hábitos y transmitirlos a los niños cuando sea maestra.